“Que mi cerebro deje de funcionar” responde Bill Gates en el primer capítulo de la nueva miniserie documental de Netflix: Bill Gates Bajo la Lupa, dirigida por Davis Guggenheim ganador del premio Oscar por ‘Una Verdad Incómoda’ (no la vi en Netflix pero también se las recomiendo).
Son tres episodios que nos permiten acercarnos a la forma en que funciona una de las mentes más brillantes de nuestra era. El fundador de Microsoft participa del documental y habla de sus victorias, derrotas, proyectos, aprendizajes, frustraciones y hasta de su rutina diaria.
Varias cosas me llamaron la atención:
1. Su impresionante capacidad mental.
Es increíble ver como descompone los problemas y los analiza, como se apoya en otros expertos y se documenta a fondo antes de emprender un proyecto. Se nutre de la complejidad y como dato curioso: tiene una comprensión de lectura del 90% leyendo 150 paginas por hora. Y más importante aún, no se conforma con leer un libro de cada tema, lee mínimo cinco.
2. Las razones que lo llevaron a renunciar.
La que ha sido una de las decisiones profesionales más importantes de su carrera, y tal vez del mundo por el impacto positivo que generó, fue la de renunciar a Microsoft para dedicarse de lleno a su labor filantrópica en la fundación que preside con su esposa. En el primer capítulo habla de esta decisión y de lo que lo llevó a tomarla: una noticia que nadie leyó.
3. La indiferencia mundial ante problemas básicos.
Partimos del supuesto de que uno de los grandes problemas del mundo es el acceso al agua potable. Y es cierto. Pero Bill Gates lo ve desde otra perspectiva: una de sus banderas en la fundación es lograr revolucionar el sanitario. Y si, suena raro para nosotros que estamos aquí, tranquilos leyendo esto. Me pareció surreal cuando narra la historia de la primera fase de ese proyecto, en el que muchas de las mejores universidades del mundo ni siquiera se tomaron la molestia de responder cuando las contacto pidiendo ayuda.
En todo caso, hay muchas más cosas que pueden aportarnos y otras que nos hacen reflexionar sobre sus contrastes en cuanto a la falta de un balance entre bienestar y productividad al inicio de su carrera. En últimas me pareció una buena serie, es entretenida, tiene buen ritmo y le podemos encontrar muchas aplicaciones prácticas para nuestra vida. Entender cómo funciona un cerebro brillante y cómo es el día a día de un genio, nos da luces para trabajar en nuestro propio desarrollo.
Espero tengan la oportunidad de ver la serie y que la disfruten tanto como yo.
Luis Alfredo Rojas
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