Los líderes integrales influyen, motivan y alinean a las personas hacia un propósito claro y una visión con sentido.
Es ahí donde entra en juego la competencia de impacto e influencia, pensada no para manipular a las personas sino para mejorar las relaciones y alinear equipos hacia un propósito compartido.
Un buen primer paso para desarrollar nuestra competencia de impacto e influencia es pensar en la forma en que nos expresamos con nuestros compañeros de trabajo a través de los mensajes escritos que enviamos a diario.
Es un paso en apariencia pequeño, pero la forma en que escribimos lo que queremos decir, habla mucho de nosotros, de nuestra personalidad y de nuestro profesionalismo. Cosas como el asunto en un e-mail o las faltas de ortografía en un chat pueden influir en la manera en que los demás te perciben.
Recuerda que, aunque el e-mail y los chats son herramientas muy eficientes, a veces una llamada puede ser más adecuada, clara, rápida y efectiva.
Luis Alfredo Rojas
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