La comunicación es el pegamento de la estrategia.
Solemos pensar en la comunicación como algo intrínseco, sencillo y hasta obvio. Sin embargo, la comunicación y sus procesos no solo son complejos sino diversos. Decir lo que queremos y necesitamos decir es una tarea que requiere, más allá de entender a cabalidad todas las aristas de nuestro tema, tener la habilidad para definir el propósito, estructurar el mensaje y simplificar el contenido.
Las organizaciones esperan que sus líderes puedan guiar y generar resultados, pero además de eso, su labor es entender la realidad del entorno, lograr una visión compartida en el equipo y conectar con ellos para inspirarlos, no sólo a ser mejores, si no para que se construya un compromiso de responsabilidad compartida.
Cuando un líder no es capaz de establecer un buen canal de comunicación con su equipo, lo más probable es que el desorden, la falta de claridad y el exceso de informalidad, haga que no sea tomado en serio. Por otro lado, una comunicación deficiente a la hora de compartir sus ideas y proyectos puede llevar a un estancamiento en relación con el apoyo que recibe de otras áreas.
Las reuniones en las que un líder debe presentar sus ideas ante su equipo, sus jefes o la junta directiva, son en realidad momentos de verdad en los que la persona se juega y construye su propia reputación mientras proyecta la imagen del equipo que preside. Por ello, tener la habilidad de crear contenido claro, concreto y directo es, y debe ser, uno de los rasgos imprescindibles en su haber de competencias.
La simplicidad es la máxima expresión de sofisticación
Esa frase dicha hace 500 años o más por Leonardo DaVinci da cuenta de lo complejo que es hacer que las ideas parezcan sencillas. Todos podemos llenar un PPT con infinidad de datos, tablas y textos. Ahora, enlazar una presentación con una secuencia lógica y fácil de seguir, que contenga solo aquello que en realidad le aporta a nuestro objetivo, es una tarea que requiere un esfuerzo adicional para entregar una idea que pueda quedar sembrada en la mente de quienes la escuchan.
En nuestro Taller de Presentaciones tipo TED buscamos precisamente eso: que las personas puedan apropiarse de una metodología que les permita comunicarse de manera clara, con sentido e impactante. Organizando su contenido según la estructura y el objetivo que tengan, ya sea porque necesitan persuadir, inspirar o compartir una información.
Un verdadero líder, es entonces, aquel que es capaz de inspirar propósitos en otros, que domina sus recursos y logra expresar fielmente el verdadero sentido de su trabajo más allá de las tablas y los datos. Un verdadero líder es aquel que no para de crecer y de encontrar nuevas y mejores formas de entregar lo que sabe y que se asegura de que el sentido de sus intervenciones sea comunicar algo que tenga sentido, no sólo para él, sino para quien lo escucha.
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