El agua es para un pez como el equipo es para el líder.
Juanita De Francisco Coordinadora del Programa de Reversibilidad
Cuando me preguntan cuáles creo que son las competencias que necesita un líder, no puedo dejar de responderme “depende”. Las competencias o habilidades son circunstanciales pues dependen principalmente de los retos que junto al grupo que lidera enfrentan.
El éxito del líder no creo que este supeditado exclusivamente en una lista de competencias técnicas y/o blandas: En gran medida dependerá del éxito del equipo para lo cual será relevante su capacidad para entender los retos que deberá superar el equipo y conocer muy bien los distintos recursos que disponen sus integrantes para atravesarlos y llegar al destino que se han propuesto.
La historia nos muestra lo circunstancial del rol del líder. En tiempos prehistóricos, por ejemplo, se cree que el líder era quien poseía fuerza y un profundo conocimiento del territorio en el que habitaba pues era lo que le permitía guiar y proteger a las tribus nómadas, cuya preocupación era buscar condiciones climáticas favorables y alimento.
Distinto fue para los propósitos expansionistas del imperio romano, cuando el liderazgo militar fue especialmente útil. En la edad media cuando los reinados necesitaron de un sistema para controlar la siembra y la recolección de impuestos, fueron los nobles, poseedores de grandes extensiones de tierras los encargados de liderar a quienes habitaban y ocupaban parcelas en sus predios. A inicios del siglo XX para mejorar el rendimiento de los trabajadores fuero los ingenieros quienes ejercieron este rol por su capacidad para definir estándares de tiempo para las distintas tareas desarrollabas por los obreros.
Desde entonces hemos vivido diferentes momentos con sus particulares necesidades, hoy nos encontramos en medio de un mercado global caracterizado, entre otras cosas, por su permanente cambio, en el que la incertidumbre es una constante y la creatividad, la innovación, las metodologías ágiles y la estandarización de criterios de calidad, entre otros, son factores que hacen difícil mantener ventajas competitivas y diferenciarse de la competencia.
Ha llegado el momento de replantear nuevamente el rol del líder y diría que hoy el cambio radica en la postura que tiene el líder frente al equipo.
El líder es consciente de que solo no puede alcanzar objetivos, que la diversidad del equipo es un recurso que le permite ver distintas perspectivas de una misma situación, para quien la incertidumbre es un reto que lo motiva y que puede acompañar a su equipo a fluir en medio de ella. Por otro lado, es capaz de mantener los costos bajo control sin estrangular la creatividad de sus equipos y logra que la disciplina y la innovación no sean mutuamente excluyentes.
Ya el éxito no se sustenta exclusivamente en contar con una estrategia cuidadosamente diseñada hacia una meta, tampoco se soporta únicamente en metodologías que nos muestran los pasos o momentos a considerar para el camino. El éxito es el resultado de un trabajo coordinado entre varios, en donde el principal rol del líder es a cultivar, fortalecer y mantener los vínculos entre los miembros de sus equipos.
En este nuevo contexto nace el Programa de Técnicas Reversibles, contribuyendo a resolver predicamentos al momento de tener que elegir entre posibilidades, presentando una forma de pensar que abre una gama de alternativas para tomar decisiones, útiles según las circunstancias y el resultado que se busca.
Al tener diferentes puntos de vista, también enfrentamos disyuntivas que en oportunidades parecen irreconciliables y que nos distancian. La Reversibilidad no es para decidir quién tiene la razón, es para poder ver las ventajas del punto de vista del otro y encontrar cómo se complementan.
Conoce más sobre Reversibilidad, una metodología que te ayudará a mejorar vínculos y fortalecer relaciones.
Juanita DeFrancisco, Coordinadora
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Luis Alfredo Rojas, Consultor Asociado
(+57) 300 611 3530 | gerencia@luisalfredorojas.com.co
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